El proyecto
Siendo viviendas pareadas, cada una de las dos viviendas tiene su carácter y su propia identidad y organización, adaptada a las necesidades de cada una de las familias que las habitan. Por un lado, una vivienda se desarrolla íntegramente en planta baja, salvo el garaje que se encuentra en un semisótano y las otra, aunque también es la planta baja la superficie dominante, cuenta con una entreplanta en el bajo cubierta. Como la tipología de vivienda de los alrededores es muy dispar, nos permite, lejos de ponernos impedimentos, un sinfín de posibilidades para los acabados de cubierta y fachadas.
Con el deseo de construir el semisótano, el temor del nivel freático estuvo presente desde la fase de Proyecto. Finalmente se ejecutó un forjado sanitario, con muros de hormigón armado hasta planta baja. Para concluir con una estructura de pilares, vigas y forjados de hormigón. A petición de la Propiedad, se terminó la envolvente con una fachada tipo SATE y cubierta metálica.
La cubierta, bien entendida en el total de la construcción, da a esta vivienda su carácter joven y moderno. Consiste en un orden caótico de planos continuos, que se interrumpen o que nunca llegan a terminar. Su forma, combinada con su material de cubrición y color de acabado proporcionan a la vivienda el ADN que la Propiedad quiso transmitir a su nuevo hogar.
En el interior de las viviendas, las plantas quedan organizadas en dos áreas claramente diferenciadas; la zona de día, diáfana y abierta a las visitas y la zona de noche, en la que se organizan los diferentes dormitorios y baños, más recogidas y reservadas a la intimidad familiar. Estos dos sectores, junto con la gran terraza de la fachada principal, hacen de esta vivienda el lugar perfecto para vivir.